De la música de Misery Strings, banda capitaneada por Tomeu Coll y Miquel Puigserver, se ha dicho que es country folk o folk experimental, pero más allá de las etiquetas lo que está claro es que al escucharla enciende la parte más salvaje del ser humano y entran ganas de mover el esqueleto. La voz quebrada de Tomeu Coll parece forjada en una lucha contra el sonido de los motores de los aviones que aterrizaban prácticamente sobre el garaje donde ensayaban en Sant Jordi, el barrio de las afueras de Palma de Mallorca en el que crecieron. Se los ha comparado con Tom Waits, Captain Beefheart, 13th Floor Elevators o hasta con Incredible String Band… aunque es prácticamente imposible olvidarse de las raíces: se oyen ecos, no muy lejanos, de Skip James o Blind Willie Johnson. El universo creativo de Misery Strings evoca paisajes bucólicos y referencias a Faulkner o Carson McCullers, pero también hay un punto cercano que toca la fibra, como si despertara nuestra memoria ancestral de druidas mediterráneos. Son la fiesta de un granero, de unas bodas de sangre para una buena cosecha o la sinfonía coral de los desamparados.

Después de autoeditarse en 2011 su primer álbum Adventures in Badlands, han puesto su confianza en Primeros Pasitos para publicar su segundo disco: The red witch. Stories from the swamp (2014).

El videoclip del tema "Mrs. Blacksmith", realizado por Tomeu Coll, es una preciosa muestra en blanco y negro (no en vano Tomeu es un reputado artista gráfico) del personal y alucinante mundo de Misery Strings, recordando los ambientes del clásico de cine The night of the hunter: pantanos, inquietantes persecuciones y la marca de la casa: los esqueletos…